Las cascadas de Agua Azul, en Chiapas, son una caída de agua
con seis “escalones” impresionantes que se pueden ir subiendo por una
escalinata al lado que va permitiendo admirar los distintos tonos de azul,
turquesa y verde-aqua que adquiere el agua limpia bajo los rayos de sol al
chocar contra las rocas.
Un día de mayo de 1999, comencé a subir por la
escalinata. En ese trayecto, vi que había unos turistas bañándose en la segunda
cascada y me reí mucho cuando descubrí en la cascada superior que unos niños del
pueblito estaban bañando con unas barras de jabón a sus puerquitos y perritos,
así que los turistas nadaban en el agua que caía de ahí.
En ese mismo punto había unas mujeres vendiendo unas muñecas
que me parecían hermosas. Tomaban un poco de barro, lo amasaban con sus manitas
para hacer cuerpo y cabeza y luego le agregaban sus brazos y piernas. La carita
la hacían usando la parte de atrás de un bolígrafo para estampar los ojos y la
punta para marcar dos orificios como nariz y dibujar la boca. Luego las vestían
igual a ellas, una falda de lana negra, fajilla roja, huipil azul, rebozo en la
cabeza y un tocado colorido. Costaban cinco pesos, cinco pesos por un pedacito
tan bello de su trabajo. He conservado
esta muñeca conmigo, una de las más bellas de mi colección.
En junio de 2014 volví a Agua Azul. Hay muchos comercios, ya no están las casitas de dónde
salían los niños a bañar a sus perros y puercos. Tampoco hay mujeres haciendo
mujercitas de barro en el hueco de sus manos. Las muñecas artesanales que se
venden son de las mismas que se pueden encontrar en Guatemala u otros sitios de
Chiapas, elaboradas por cientos. Pregunté en el lugar y no encontré quien recordara aquellas muñecas de barro.. . Por eso, hoy les
comparto la imagen de este pedazo de tierra, trabajado por manos de mujeres
choles hace casi tres lustros ya.
Actualización
Como decía lineas arriba, el pueblo en donde se elaboraban estas muñecas ya no existe como tal y no he podido encontrar otro lugar en donde las elaboren, ni saber sobre las mujeres de esa comunidad. Sin embargo, por esas casualidades mágicas de la vida, una amiga vio una pequeña muñeca en un puesto de antigüedades y pensó que me gustaría.
¡Qué sorpresa tan maravillosa encontrar esta joya casi intacta a pesar del paso del tiempo!
Aquí está, en mayo de 2015. Su rostro, su rebozo y el bebé a su espalda intactos:
Sus manos y pies de barro frágil, completos:
Hermosa muñeca, hermosa herencia del trabajo de manos de mujeres modelando su propia historia en el barro.