martes, 19 de agosto de 2014

Niña del Chocó




El chocó es uno de los 32 departamentos de Colombia.  Durante la colonización española se fusionaron pueblos originarios con personas que habían sido esclavizadas y llevadas a la región. Varias de ellas se rebelaron contra los esclavistas  y formaron poblaciones en el lugar.  Una de las historias de mujeres insumisas en la zona y que todavía es recordada es la de Agustina, quien fue esclavizada, en 1795 fue violada por el esclavista Miguel Gómez quien posteriormente pretende obligarla a abortar, pero esta mujer negra rebelde se niega y es torturada por él. Agustina procede a demandarlo ante el juez Álvarez Pino y el gobernador de ese entonces José Michaeli. Las autoridades, protectoras de los esclavistas, fallaron a favor de Miguel Gómez quien sólo fue amonestado. La negra Agustina en respuesta a la injusticia procedió a quemar varias haciendas y factorías de Pueblo Viejo, hoy Tadó.

 La muñeca que presento en Manos de Diosa, viste y está peinada como lo hacen muchas nenas del chocó, es de tela y estambre y mide 32 centímetros. Lleva bajo la falda fondo de encaje y bombacha larga. Sus numerosas trenzas son rematadas con cuentas de colores. Cuando pregunté a la vendedora de muñecas porqué sus ojos eran azules, dijo que producto del mestizaje hay algunas  personas negras de ojos verdes o azules en el Chocó.  Un detalle que me parece muy lindo son los dientes prominentes de todas las muñecas que vi en Colombia.

Esta entrada está acompañada por la imagen de una escena de la película Chocó, una madre valiente con su hija:


martes, 22 de julio de 2014

Muñecas de Agua Azul

 

Las cascadas de Agua Azul, en Chiapas, son una caída de agua con seis “escalones” impresionantes que se pueden ir subiendo por una escalinata al lado que va permitiendo admirar los distintos tonos de azul, turquesa y verde-aqua que adquiere el agua limpia bajo los rayos de sol al chocar contra las rocas. 
Un día de mayo de 1999, comencé a subir por la escalinata. En ese trayecto, vi que había unos turistas bañándose en la segunda cascada y me reí mucho cuando descubrí en la cascada superior que unos niños del pueblito estaban bañando con unas barras de jabón a sus puerquitos y perritos, así que los turistas nadaban en el agua que caía de ahí.
En ese mismo punto había unas mujeres vendiendo unas muñecas que me parecían hermosas. Tomaban un poco de barro, lo amasaban con sus manitas para hacer cuerpo y cabeza y luego le agregaban sus brazos y piernas. La carita la hacían usando la parte de atrás de un bolígrafo para estampar los ojos y la punta para marcar dos orificios como nariz y dibujar la boca. Luego las vestían igual a ellas, una falda de lana negra, fajilla roja, huipil azul, rebozo en la cabeza y un tocado colorido. Costaban cinco pesos, cinco pesos por un pedacito tan bello de su trabajo.  He conservado esta muñeca conmigo, una de las más bellas de mi colección.
En junio de 2014  volví a Agua Azul. Hay muchos comercios, ya no están las casitas de dónde salían los niños a bañar a sus perros y puercos. Tampoco hay mujeres haciendo mujercitas de barro en el hueco de sus manos. Las muñecas artesanales que se venden son de las mismas que se pueden encontrar en Guatemala u otros sitios de Chiapas, elaboradas por cientos. Pregunté en el lugar y no encontré quien recordara aquellas muñecas de barro.. . Por eso, hoy les comparto la imagen de este pedazo de tierra, trabajado por manos de mujeres choles hace casi tres lustros ya.





























Actualización

Como decía lineas arriba, el pueblo en donde se elaboraban estas muñecas ya no existe como tal y no he podido encontrar otro lugar en donde las elaboren, ni saber sobre las mujeres de esa comunidad. Sin embargo, por esas casualidades mágicas de la vida, una amiga vio una pequeña muñeca en un puesto de antigüedades y pensó que me gustaría.
¡Qué sorpresa tan maravillosa encontrar esta joya casi intacta a pesar del paso del tiempo!
Aquí está, en mayo de 2015. Su rostro, su rebozo y el bebé a su espalda intactos:

 Sus manos y pies de barro frágil, completos:


















Hermosa muñeca, hermosa herencia del trabajo de manos de mujeres modelando su propia historia en el barro.




viernes, 30 de mayo de 2014

Cholita

Cholita boliviana. Está hecha de pasta, mide tres centímetros. regalo de Yan María Castro Yaoyolotl en 2011. Atrás viene el camión, es una "chiva" colombiana.




Según algunas autoras, la palabra “chola” procede del español “chulo”, la “Chula” es hermosa, airosa, con gran porte. Su atuendo es heredero del mestizaje. Lleva pollera de colores vistosos, mantón español y sombrero de bombín. El aguayo es el nombre que se da a la tela que usan para cargar al bebé, la wawa, sobre la espalda.




 












* La “Chiva” es un transporte popular en Colombia, con escalera en la parte tasera para poder acceder al techo. Son buses pintados de colores muy llamativos y se usan para cargar de todo: bultos, cerdos, café, frutas, cargas de panela y hasta muebles de todo tipo. Incluso, se utilizan para transportar a les invitades a bodas, bautizos y otras fiestas populares.

jueves, 30 de enero de 2014

Warmis

Los barcos o "caballitos" de totora son las embarcaciones tradicionales del lago Titicaca. Los pueblos originarios usaban la totora –similar a la paja- para construir barquitas para pescar, actualmente las siguen fabricando y su belleza es también un atractivo turístico. En noviembre de 2012 una mujer vendía pequeñas barcas de totora a la orilla del lago, me dijo que ella las elaboraba, accedió a dejarse tomar una foto, pero no a decirme su nombre. Claudia Vigil,  querida amiga, me hizo este hermoso regalo.  La barquita original tenía un hombre y una mujer (Chacha-warmi). Sin embargo, como unas horas antes habíamos cruzado el lago en un barquito parecido, jugando a la escena del “Titanic lésbico”, Claudia convenció a la mujer de que nos pusiera dos warmis y ella accedió divertida. Estas son mis hermosas warmis del lago Titicaca:




Agustina

Realizada por Agustina, poeta mazahua. Esta muñeca es tan bella obra, realmente un poema. Tiene mandil, falda, dos fondos bordados y calzoncitos... Gracias,Luiza Rocha Rabello.



domingo, 26 de enero de 2014

Xunquita


Esta belleza se llama Xunquita, como la mujer que la elaboró llamaba a su hija menor. Ella pertenece o pertenecía al colectivo Mujeres de Maíz Sembrando la Vida. La historia que me contó Adriana Jiménez es que les dio un taller de clown y para pagarle las del colectivo hicieron muñecas que a su vez ella vendió. Las muñecas fueron elaboradas después del taller de clown, por eso tienen peluca y nariz. Como Adriana les dijo que lo más importante de una clown es su corazón, ellas lo bordaron en el huipil. Tiene los ojos azules como Adriana, pero viste como tzotzil....